CEPA

El control de la pesca en la “milla 200” del Mar Argentino está en manos de un solo avión de exploración

Argentina posee un extenso litoral marítimo y caladeros de pesca de probada riqueza que deben ser custodiados para evitar su depredación ilegal, tarea asignada a los buques de la Armada Argentina y a la Prefectura, pero especialmente a los aviones de la Aviación Naval, que pueden hacer exploración durante horas en el Atlántico Sur.

Esa tarea está hoy en manos de la Escuadrilla Aeronaval de Exploración con asiento en la base chubutense Almirante Zar, donde están destacados los tres P-3B Orión fabricados a mediados de la década de 1960 y que prestan servicio en la Armada Argentina desde 1996.

Pero solo uno de ellos se encuentra operativo para sobrellevar la misión de custodiar desde el aire la vasta Zona Económica Exclusiva del Atlántico Sur y prestar asistencia en búsqueda y rescate para todo el litoral marítimo.

En ese contexto, la desprogramación de los Fokker 27 de la Fuerza Aérea que prestaban servicio para LADE (Líneas Aéreas del Estado), en septiembre pasado, fue un llamado de atención para el personal de las distintas armas que se encargan del mantenimiento de distintos modelos de aviones que tienen muchos años de servicio y una vida útil acotada.

“Uno deja mucho tiempo, deja de lado su vida para perfeccionarse en un avión por la pasión que siente. Cuando uno ve lo de los Fokker no sólo siente pena, también tenemos el miedo de no volar más nosotros”, comenta uno de los integrantes de la Escuadrilla.

El mantenimiento de los P-3 se convirtió en la mayor de las ocupaciones en la base aeronaval destacada en Trelew y, por estos días, una de las aeronaves se encuentra en la Fabrica Argentina de Aviones de Córdoba para extender su funcionamiento entre 1.500 y 2.000 horas.

A ese proceso se someterán también las otras dos unidades y, si los arreglos se realizara en los tiempos previstos, la escuadrilla tendría 10 años más de funcionamiento.

Si bien los pilotos y mecánicos de la Armada destacan la fortaleza y el rendimiento de los cincuentenarios aparatos, son conscientes de la necesaria modernización de los equipos y, en algún momento, su recambio por otros modelos.

“Este es un modelo que se sigue usando en distintos países, pero muchos de ellos comenzaron a reemplazarlo por los más modernos”, comentó a Télam uno de los oficiales durante el vuelo que se realizó en la noche del jueves para controlar la pesca en el límites de la Zona Exclusiva de la Argentina.

En diciembre pasado, el titular de la Armada, el Almirante Marcelo Srur, comentó que existía la posibilidad de incorporar dos aviones C295 y destinar uno de ellos al patrullaje oceánico de la “milla 300”, hasta donde se extendió recientemente la soberanía argentina.

Pero los técnicos aeronáuticos consultados aclararon que el C295 tendría funciones complementarias al P-3 y que, en todo caso, podrían reemplazar al Tracker, un avión que fuera pensado para trabajar embarcado sobre un portaviones -que Argentina no tiene- y que al día de hoy están al límite de su funcionamiento.

Otra de las razones que impiden reemplazar la escuadrilla de exploración con C295 es la imposibilidad para este último de participar en guerra antisubmarina, uno de los potenciales usos bélicos de los P-3.

Las Fuerzas Armadas Chilenas habrían hecho un intento en ese sentido y habrían desistido por algunas de las razones mencionadas.

Otras posibilidades deslizadas por fuentes castrenses apuntan a la adquisición de Orión P-3 modelo C que Estados Unidos comenzó a dar de baja para reemplazar por P-8, aunque la llegada del nuevo gobierno republicano en la Casa Blanca también genera un manto de incertidumbre sobre esa hipótesis.

Srur también había señalado que este año podría cerrarse el acuerdo con un país europeo para la construcción de cuatro buques de patrullaje oceánico que complementen la acción de las aeronaves de avistamiento.

Actualmente, cuando un P-3 encuentra barcos pesqueros en la zona económica exclusiva argentina da el aviso a las corbetas 140 de la Armada, haciendo un trabajo que debiera ser para esos nuevos buques oceánicos.

Fuente:www.telam.com.ar