Por Teresa Macías
TAMPICO, Tamaulipas.- La caída en el sector pesquero en Tamaulipas tiene años cocinándose, Tampico fue la cuna del oro rosado como se le conocía a la pesca del camarón.
En esta región se concentró una de las flotas de barcos camaroneros más importante del país en los años 50.
Se llegaron a tener hasta 280 barcos hace 10 años, actualmente solo quedan 178 barcos, la flota de barcos de ha reducido en más del 36%.
En Tampico se encuentra toda la flota camaronera de Tamaulipas, hay actualmente 178 barcos camaroneros en operación, antes había más pero se han ido sacado, se han eliminado casi 102 barcos de circulación, desde el año 2004 a la fecha, que fue cuando empezó el programa de retiro voluntario de embarcaciones o
disminución del esfuerzo pesquero.
Se les paga a los dueños de los barcos por el retiro de la embarcación y se les cancela el permiso, esta es la razón por la que se han disminuido el número de embarcaciones, fueron saliendo los barcos más viejos, los que concluyeron su vida útil.
La flota pesquera en total en Tamaulipas es de 3,500 embarcaciones menores.
De acuerdo con el cronista Marco Flores, la gente de esta zona se ha dedicado a la pesca desde la época de la colonia, salían al mar para pescar en el año 1554, el desarrollo de la pesca cobró más importancia en el siglo XX, y la primera incursión en la pesca la trajeron los españoles y japoneses, que se establecieron en la colonia llamada La Fluvial casi enfrente del mercado por la calle Sor Juana Inés de la Cruz, muy cerca del río Pánuco donde se dedicaban a esta actividad y al ostión.
“En la parte de la Barra que da al estado de Veracruz había una Cooperativa que se dedicaba a la pesca del tiburón del cual los japoneses sacaban aceite y lo encapsulaban, lo que dominaba en el mar era el Huachinango, Tampico era Huachinanguero y empezaron a llegar de Europa una serie de embarcaciones pequeñas que luego se empezaron a construir aquí, y que recibían el nombre de huachinangueros, eran embarcaciones pequeñas con una casita de mando y eso perduró desde en 1920 hasta 1950”.
Mencionó que vino un cambio con el descubrimiento de las aguas del Golfo por los americanos del camarón gigante o del mar, y fue cuando muchas empresas empiezan a realizar esta actividad y llegan a Tampico, los campechanos empiezan a cambiar el huachinanguero por el barco camaronero que tiene un auge importante, porque son barcos de madera que traen hielo para conservar el camarón fresco, se establecen las temporadas para salir y regresar y el camarón empieza a ser uno de los productos importantes.
Hasta antes de 2000, el camarón era un producto de lujo en los Estados Unidos, adicionalmente, el camarón mexicano tenía un posicionamiento único en los restaurantes de gourmet, pero han pasado varias cosas: las granjas de acuacultura tailandesas, indias, chinas, ecuatorianas, brasileñas, las más importantes que, producen masivamente camarón de buena talla, y entonces empieza a caer el precio y el camarón mexicano es desplazado de las mesas.
Fue en el año 2000 cuando se presenta una caída del 40 por ciento en el precio del camarón lo que obviamente tiene sus efectos en la industria instalada en Tamaulipas.
En Tampico florecen las comunidades camaroneras
Es en los años 50, platica Flores es cuando aparecen las colonias Morelos y Moralillo en Tampico, donde se establece una gran cantidad de armadores, que es el nombre que reciben a los que se dedican a esta actividad, todavía en la Morelos hay algunas empresas con estilos de esos años.
Si bien el sistema cooperativo se ha extinguido y se tienen pocos jóvenes que se dediquen a la pesca, hubo un intento de hacer esta actividad más profesional, en el Canal de la Cortadura hay una escuela que tiene como propósito esto, además está el CET del Mar, dijo.
“Tampico dentro del Golfo de México fue un emporio dentro de la pesca, tenemos una colonia de pescadores que es el Moralillo, pero esta actividad empezó en la Isleta Pérez y vemos instalaciones propias de esta actividad pesquera que se niega a morir”.
Tampico es aún una zona importante para la pesca del mar, y desde aquí se surte al centro del país.
“Hay familias y empresarios que viven de esto, vemos que se quejan del diésel y avituallamiento en algunos barcos llega en 150 mil pesos los costos operativos, que son altos y pudieran regresar sin nada, además de que no están aseguradas las embarcaciones y hay violencia en el mar, porque hay gente que puede llegar y asaltar, es una posibilidad, como a todos les afectó la inseguridad, la gente se fue pero el negocio siguió existiendo”.
Ocean Garden la única exportadora de camarón
Hubo un declive mayor en la actividad de pesca de camarón cuando se fue Ocean Garden Products Inc. (OGP), por el fenómeno de cambio de régimen y de gobierno, explicó el cronista.
Era la única exportadora de camarón a Estados Unidos con presencia en Tampico.
La firma que exportaba camarón mexicano en San Diego, California desde donde se comercializaba el 40% de lo que se producía en México.
Fue en 2005 después de 13 años, cuando se alistaba para ser licitada la única empresa paraestatal mexicana con sede en Estados Unidos, lo cual nunca se realizó, ya que la empresa cerró.
De acuerdo con la Revista Panorama Acuícola, Ocean Garden facturaba en 2004 unos 300 millones de dólares, de los cuales se quedaba con una comisión del 7.5% como utilidad.
La misión de esta empresa era ser un apoyo del gobierno para que el productor mexicano exportara su camarón a Estados Unidos en las mejores condiciones, incluso financiando el camarón.
Ocean Garden fue creada en 1957 y en 2005 el valor de la compañía se calculaba en 30 millones de dólares.
Las deudas cercanas a los 20 millones de dólares fueron saneadas con ayuda del FIRA, aunque una cuarta parte de la deuda quedo sin cobrar.
En 2004 la industria camaronera representaba ingresos por mil millones de dólares de los cuales el 40% se exportaba a Estados Unidos.
Con exportaciones anuales por al menos 250 millones de dólares, Ocean con sede en Miami, intentó ser vendida por cuarta ocasión en el gobierno de Vicente Fox un proceso cuyo primer antecedente de desincorporación se dio en noviembre de 1991, con la efervescencia de las privatizaciones.
En ese contexto, el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari emitió la resolución presidencial para desincorporar del gobierno federal a la comercializadora. Después vinieron 3 intentos más de venta, 1993, 1994 y 1995, en los cuales intentaron adquirirla compañías como el Grupo Herdez y Grupo Desc.
En 1993, William Karam, presidente del Grupo Hidrosina, presentó, en asociación con armadores de camarón, una oferta para adquirir Ocean Garden; sin embargo, el proceso se declaró desierto ante el bajo monto de las posturas.
Bancomext (poseedor de las acciones de Ocean Garden desde 1996) reactivó el proceso suspendido desde la administración de Ernesto Zedillo; pero la venta se daba en medio de severas acusaciones hechas por la Auditoría Superior de la Federación que involucran a funcionarios de primer nivel. Ya que el presidente
ejecutivo de OGP, José Antonio Díaz Martínez, estaba acusado de daño patrimonial por 3 millones de pesos, además de un desvío de recursos por más de 7 millones de pesos, ocurridos en los ejercicios fiscales de 2003 y 2004.
Además la empresa estaba endeudada, porque se adquirieron en Estados Unidos créditos externos por 85 millones de dólares sin autorización de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, estas situaciones impidieron que fuera rescatad mediante una venta a privados y con ello se concluyó la etapa de exportaciones de camarón tamaulipeco a los Estados Unidos.
Comenta Marco Flores que el sector pesquero en la zona contaba con su propio banco, el Banpesca, banco nacional pesquero y portuario.
De acuerdo con publicaciones periodísticas este banco financiaba a los pescadores y armadoras a nivel nacional en su actividad, con el tiempo desapareció en 1989 declarado en quiebra por 400 mil millones de pesos (antes de la devaluación) en medio de acusaciones por operaciones fantasmas y la creación de empresas simuladas para otorgar créditos.
… Y los astilleros sobreviven con apuros a la crisis
Astilleros y Varadero del Pánuco se mantiene como uno de los 3 talleres de reparación que sobreviven del auge de la industria pesquera de camarón en Tampico.
Ubicado en la margen del río Pánuco, en esta temporada tiene poco trabajo, esperando las fechas de inicio de la veda de camarón cuando entrar a reparación los barcos. Se puede ver de 10 a 15 barcos en esas fechas.
“No son la totalidad ya que ahora muchos de los dueños tienen sus muelles donde los reparan por su cuenta”, comenta Don Manuel Hernández, encargado de este varadero.
Llevan a cabo trabajos de soldadura, mantenimiento, el varadero esta desde 1975, ofreciendo el servicio con 42 años de experiencia.
Los tiempos de veda que son 3 meses y medio, y son cuando hay trabajo, aunque el ritmo de reparaciones ha disminuido un 80% desde hace varios años comento Don Manuel.
“La baja actividad se ve reflejado en que cada vez hay menos barcos y por ende el trabajo escasea para nosotros, hay menos barcos y hay menos dinero en los buenos tiempos todo el años había barcos que entraban y salían a repararse”.
Actualmente en el varadero solo trabajan un promedio de 18 personas, pero se duplica en época de veda.
Actualmente solo hay 3 barcos en mantenimiento, uno de ellos es de la escuela Cet del Mar que buscan revivir el barco escuela.
Las embarcaciones requieren de mantenimiento constante ya que por la salinidad sufren corrosión, la mayor parte de los barcos que están en operación están bien mantenidos por sus dueños.
Por su parte, Emilio García Walle, primer vicepresidente de Canacintra Tampico, es un empresario dedicado a este sector.
“Nosotros atendemos a todos los que nos requieren, y muchos no alcanzan a reparar sus barcos”.
Indico que por norma del sector pesquero los barcos deben entrar a reparación por lo menos dos veces cada 5 años.
Explicó que en promedio se reparan 50 barcos por la temporada de veda. Mientras que los que no alcanzan hacerlo lo hacen en otros meses.
Conapesca da un apoyo de hasta un millón de pesos a los barcos para la reparación, cada embarcación puede costear una reparación de hasta 150 mil pesos, el apoyo que les da el gobierno es en equipo de refrigeración, propulsores, redes, motores eléctricos en general para todo el barco. Se generan un promedio de 150 empleos en estos talleres de reparación, se contrata a soldadores, paileros, eléctricos, tuberos y maniobristas.
Es crítica la situación para la industria
Para Nicanor, Fernández Cabrera, asesor de la Cámara Nacional de la Industria Pesquera y Acuícola (Canaipesca), la situación de los pescadores es crítica.
“De forma sencilla puedo decir que el panorama es de color gris a oscuro, para llorar”, dijo.
Por ley, explicó, las embarcaciones deben recibir mantenimiento y reparación cada dos años, proceso que tiene un costo promedio de 300 mil pesos, ya que si la nave no está en óptimas condiciones no se le permite zarpar.
“Tenemos que gastar en reparación, en el aceite, en el diésel que aun y cuando existen programas de subsidio no resulta suficiente para atender todas las necesidades”.
Río Pánuco es cementerio de flota pesquera
La flota pesquera en Tamaulipas ha ido desapareciendo paulatinamente en los últimos años, producto de la baja en la actividad, ha visto mermado su desarrollo por los altos costos operativos de diesel, menos producción y la inseguridad, los armadores que quedan algunos han migrado a nuevas opciones de producción como la acuacultura y otros simplemente se dedican a otra cosa.
La actividad pesquera en Tamaulipas se encuentra distribuida a lo largo de 458 km de litoral (3.94% del total nacional).
Sucedió que en los años 80 cuando todavía no iniciaba el programa de renovación de la flota camaronera, se podía ver en toda la orilla del Río Pánuco, a la altura de la colonia Morelos y Moralillo a los barcos camaroneros abandonados.
Eran los barcos que dejaban de funcionar, algunos hasta se hundían, actualmente ya casi no quedan, apenas unos cuantos, pero ahí siguiera ese cementerio de barcos, si no fuera porque en esos años hubo un decreto, donde la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, dijo que todos esos barcos se tenían que quitar, en ese tiempo había muchos barcos de madera, comentó Manuel Vázquez Robles, jefe del Departamento de Ordenamiento Pequero y Acuícola de Conapesca en Tamaulipas.
“Había hasta en el canal de la Cortadura, pero la SCT determino que eran propiedad de la nación y fueron retirados. Daban mala imagen porque los dueños los habían abandonado”.
Desde el 2006 se han eliminado o dado de baja de la flota camaronera a 102 barcos, ya que en 2006 hace 10 años había 280 embarcaciones y actualmente en 2017 hay 178.
Un barco tiene un promedio de vida de 20 a 25 años, si está bien conservado con su mantenimiento y que cada año se le suba a varadero.
En Tampico hay 3 varaderos que se encargan de hacer las reparaciones de los barcos, se encuentran dos en la colonia Morelos y uno en la Isleta Pérez.
El programa de modernización de la flota camaronera cerró la ventanilla el pasado 17 de marzo donde les aportan el 50% del costo de lo que vayan a solicitar para reparaciones sin que rebase el millón de pesos, este año tuvieron algunas solicitudes, pero en 2016 se aplicaron 22 millones de pesos para 34
beneficiarios.
La temporada de pesca de camarón inicia el 15 de agosto y termina el 1 de mayo, después empieza la veda que dura 3 meses y medio aproximadamente, es el tiempo en que los barcos entran a reparaciones.
La veda se respeta porque ahora las embarcaciones tienen un sistema satelital y no puede salir ningún barco porque lo están detectando.
El recurso que les dan se aplica en adquisición de equipos de navegación, sustitución de equipos de enfriamiento, o del motor principal, el casco, y redes.
El año pasado pidieron apoyos los 178 barcos camaroneros que están operando. Hay barcos que tienen depósito de 20 mil o hasta 40 mil litros de diésel, por lo que llegan a gastar hasta 682 mil pesos en diésel tomando en cuenta el precio del litro en 17.05 pesos para un barco con motor de 40 mil litros.
Fuente: expreso.press