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¿Cómo calculamos el impacto de la pesca recreativa sobre el recurso?

¿Qué impacto tiene la pesca deportiva sobre los recursos, y sobre las posibilidades de pesca para la flota comercial? Un nuevo modelo matemático, desarrollado por Científicos del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (Imedea UIB- CSIC) y del Instituto Español de Oceanografía (IEO) podría ser la respuesta. Gracias a su aplicación, los investigadores han podido determinar por primera vez las capturas de la flota recreativa de calamar de potera (Loligo vulgaris) a lo largo de todo un año, gracias a un modelo matemático. En la bahía de Palma, la cifra ascendió a 20,6 toneladas.

El IEO considera que esta iniciativa “pone de manifiesto la necesidad de determinar sistemáticamente cada año, no solo las capturas comerciales sino también las recreativas, ya que mientras que las primeras son de declaración obligatoria, disponer de datos de las capturas de las flotas recreativas es difícil y por tanto poco frecuente”, indica.

Las capturas por salida de pesca y el número de salidas al mar (esfuerzo pesquero) son variables fundamentales en los modelos matemáticos que se utilizan para adoptar medidas de gestión pesquera. En el caso de la pesca comercial, los datos de capturas y esfuerzo pequero se obtienen, por ejemplo, mediante los registros de venta en las lonjas o gracias a las cajas azules (sistemas de seguimiento automático de los barcos pesqueros). Sin embargo, casi ninguna flota de recreo realiza seguimiento alguno, “ni de sus capturas ni mucho menos de sus patrones espacio-temporales de esfuerzo pesquero”. En resumen, no sabemos “ni cuánto, ni dónde ni cuándo se pesca, a pesar de que solo gracias a esta información se puede garantizar el futuro de cualquier tipo de pesca”.

El método

Este estudio propone una nueva metodología para estimar y combinar datos de capturas por salida de pesca y esfuerzo pesquero. Para las capturas se realizaron numerosas pescas controladas, en las que se pudo contar con la colaboración de muchos pescadores recreativos. Gracias a ello, se identificaron las variables ambientales que afectan al éxito de una salida de pesca de calamar, que van desde la temperatura, el viento o la fase lunar. Por otro lado, se completaron numerosos recorridos a lo largo y ancho de la bahía de Palma para determinar donde se concentran las barcas que se dedican a la pesca recreativa del calamar. Finalmente, gracias también a la colaboración de todo el sector recreativo, se completaron numerosas encuestas.

Al combinar todos estos datos en un modelo numérico se determinó que, durante el año 2010, la flota recreativa que opera en la bahía de Palma capturó un total de 20,6 toneladas de calamar de potera, lo que supondría una tercera parte de las capturas realizadas por la flota comercial de toda Mallorca.

“No hay que ser alarmistas ni caer en el error de señalar a la pesca recreativa como una amenaza para la sostenibilidad del recurso”, apunta Miguel Cabanellas-Reboredo, actualmente investigador postdoctoral en el Centro Oceanográfico de Baleares del IEO y primer autor del trabajo. “De hecho, ni siquiera podemos asegurar si el nivel actual de explotación de la pesca comercial y recreativa supone o no un riesgo, ya que para ello es necesario conocer la tendencia a lo largo de los años del número de calamares”, apunta el científico, que cree, no obstante que “la pesca recreativa desempeña un papel relevante en la explotación de este recurso y que sus capturas deben ser incluidas en las estadísticas pesqueras”.

Fuente: www.industriaspesqueras.com