Numerosos estudios han constatado los beneficios para la salud derivados del consumo de productos pesqueros. Pero,¿son diferentes los resultados en función de la especie consumida en mayor medida? La conclusiones a las que ha llegado una investigación realizada en Noruega permiten decir que sí, pero con matices porque se han obtenido resultados diferentes en el caso de hombres y mujeres. El auge de la acuicultura en las últimas décadas en el país nórdico han convertido al salmón en un producto de conveniencia en las cestas de la compra de las familias noruegas, debido también, en parte, a su alta aportación en ácidos grasos omega-3, beneficiosos para el corazón. Pero la investigación ha puesto el foco sobre los efectos de otras especies, como son el bacalao o el abadejo “tan bueno para la salud como el salmón, especialmente para los hombres con sobrepeso”,indica Science Nordic, que se hace eco del informe.
Los investigadores querían saber si comer pescado puede reducir algunos de los diferentes factores que componen el síndrome metabólico, es decir, la serie de condiciones que implican que una persona tenga un mayor riesgo de diabetes y enfermedades cardiovasculares. Entre estas características se encuentran rasgos como una cintura amplia, la presión arterial alta y azúcar en la sangre en altos índices. También puede tener síndrome metabólico las personas con lípidos en la sangre poco saludables, con altos niveles de triglicéridos y niveles bajos de colesterol HDL bueno.
Analizando los registros de los 13.000 participantes en los estudios Tromso, realizados en los 90 y en la década de los 2000, sobre hábitos de consumo, muestras de sangre sin ayuno y exámenes físicos, los investigadores concluyeron que los individuos que comieron pescado magro como el bacalao más de una vez a la semana mejoraron sus condiciones de síndrome metabólico durante el período de estudio. En particular, tenían un perfil lipídico en sangre mejorado, con menos colesterol malo y más bueno. Esta mejora se percibió en ambos sexos.
Sin embargo, los resultados concluyeron que los individuos masculinos vieron mejorada su presión arterial y el diámetro de su cintura. La razón, según los investigadores, es que mujeres y los hombres tienen diferentes perfiles de lípidos en sangre y diferentes hormonas. Con todo, los especialistas son cautos, porque los resultados del estudio se basan en una investigación epidemiológica, en la que se pregunta a las personas acerca de sus dietas.
Fuente: www.industriaspesqueras.com