La cantidad de envíos de productos pesqueros de la India rechazados por la Unión Europea (UE) ha bajado en forma sostenida en los últimos cinco años, según la Autoridad de Desarrollo de Exportaciones de Productos Marinos (MPEDA).
“Después de la reciente revisión de la barrera de calidad de exportación de la UE, los rechazos de las exportaciones de productos pesqueros podrían haber sido tan altos como el 50 %, en comparación con las normas anteriores que produjeron un 10 % de rechazos. Sin embargo, la industria de pescados y mariscos de la India ha demostrado su temple y ha logrado resistir las nuevas restricciones, manteniendo una baja tasa de rechazos”, señaló el presidente de MPEDA, A. Jayathilak.
La tasa de rechazo de las exportaciones de productos del mar se ha mantenido en un promedio de cinco por año. Funcionarios de MPEDA han mantenido conversaciones con la Dirección de la UE en Bruselas, para intentar reforzar más las normas de calidad en las exportaciones de productos pesqueros de la India. Es probable que se establezcan normas más rigurosas en medidas como las pruebas previas a la cosecha en las granjas acuícolas, informó Financial Express.
“La industria de la pesca en el mar se está achicando. En todo el mundo, la relación entre la pesca marina y la acuicultura se ha desplazado al 50:50, lo que podría haber afectado las normas de calidad”, explicó John Alexander Benzie, del WorldFish Centre de Malasia, después de presentar un trabajo en Aqua Aquaria India (AAI-2017), la mayor feria de acuicultura y peces ornamentales de Asia.
En la India, la proporción de la pesca marina con respecto a la acuicultura ya es mucho más baja que la proporción internacional. Una razón de esto es la marcada diferencia que trajo la incorporación del langostino blanco del Pacífico (Litopeneaus vannamei) en la industria acuícola del país.
A tres años de su entrada, el vannamei cultivado en granjas ya constituye el 53 % de las exportaciones de productos pesqueros en términos de valor. Para mantener intacta esta corriente de exportación de alto valor, MPEDA tuvo que hacer esfuerzos e invertir en controles estrictos para minimizar factores negativos como los residuos de plaguicidas.