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El Niño, descartes y regulaciones, los factores que influirán en la producción pesquera

El sector mundial de la pesca y la acuicultura ha mantenido su senda de expansión en el año 2016, aunque a un ritmo modesto debido, principalmente a una serie de factores como el impacto de El Niño, enfermedades en la producción de acuicultura que han mermado la oferta de producto procedente de esta actividad, o medidas regulatorias y, aún así, el aumento ha sido posible gracias a la acuicultura ya que “las pesquerías registraron menores capturas de especies principales seleccionadas, como la anchoveta (utilizada principalmente para producir harina de pescado y aceite de pescado)”. Un informe publicado conjuntamente por la OCDE y FAO sobre las Previsiones Agrícolas para el periodo 2017-2026 y en el que, por la interdependencia de las fuentes alimentarias, analizan también la situación de la pesca y del mercado pesquero.  ¿Qué se espera con relación a la producción? Las estimaciones de FAO y la OCDE indican que el pescado aumentará en un 15,2 %, de 168 millones de toneladas en el período base a 194 millones de toneladas al final de la perspectiva; la gran mayoría se originará en Asia, que aumentará su participación del 71 al 73 % de la producción mundial y se espera que produzca algo menos de 23 del total de 26 millones de toneladas de aumento. La acuicultura será la impulsora del crecimiento, como lo ha sido durante las últimas tres décadas, matiza el informe que estima que para 2026 la producción de acuicultura habrá alcanzado a la pesca que además se beneficiará de una reducción de los precios de los piensos, situación que favorecerá a las especies más dependientes de la producción de pienso

En la próxima década se espera que la producción mundial pesquera fluctúe entre mínimos de 91,3 millones de toneladas en los años de El Niño -en estas estimaciones consideran que El Niño ocurrirá en 2021 y 2026- y máximos de 93,7 millones de toneladas en las mejores campañas de pesca, explica FAO y OCDE. Se trata de un nivel máximo más alto de producción que el observado en la década anterior y es el resultado de una combinación de capturas mejoradas en algunas zonas de pesca (debido a la mejora de la gestión en algunos caladeros, y nuevos reglamentos que estimulan la reducción de los descartes).

Tras caer en la década anterior, se prevé que los niveles mundiales de producción aumenten en un 7,7 % (0,34 millones de toneladas) para la harina de pescado y en un 5,0 % (0,04 millones de toneladas) para el aceite de pescado. La presión de la demanda y los altos precios de la harina de pescado y el aceite de pescado continúan creando fuertes incentivos para la eficiencia con respecto a su uso como factores de producción. Se espera que una parte creciente de la harina de pescado se obtenga de los desechos de pescado, aliviando parte de la presión sobre las pesquerías de captura y la participación de la producción de pesquerías de captura en harina de pescado se estabilice en alrededor del 16 % en los años “no El Niño”.

A pesar de que varios países exportadores se enfrentaron a restricciones de suministro, el valor del comercio internacional de pescado aumentó en 2016, -los precios internacionales del pescado fueron un 7 % más altos en la segunda mitad de 2016 que en el mismo período del año anterior– recuperando parte de las pérdidas registradas en 2015, explica el estudio que reconoce que el crecimiento en términos de valor se debió principalmente a la mejora de los precios de algunos productos pesqueros altamente comercializados. Y además, se espera que los precios sigan en aumento, estimándose en un 7,3 % superiores para 2026 en comparación con el período base 2014-16. El aumento, sin embargo, no será uniforme: se mantengan relativamente estables o disminuyan levemente hasta 2020, pero luego comiencen a crecer hasta 2026. 

 Fuente: www.industriaspesqueras.com