El Fondo Europeo de Pesca (FEP) reforzó la competitividad de la flota de la Unión Europea (UE) al apoyar la modernización de la flota restante durante el periodo 2007-2013, y se estima que creó unos 17.000 puestos de trabajo, según un reciente estudio independiente.
El estudio también identificó áreas de mejora, en particular en términos de impacto y sostenibilidad. La mayor parte de estas deficiencias ya se están abordando en el programa en curso, el Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (2014-2020).
De acuerdo con la revisión independiente, el FEP mejoró los puertos pesqueros y los lugares de desembarque, aumentó el valor añadido de los productos pesqueros con inversiones en comercialización y transformación, y apoyó el desarrollo local en las zonas dependientes de la pesca.
Además, contribuyó a aumentar la eficiencia de los combustibles y la selectividad de los métodos de pesca y mantuvo más puestos de trabajo durante el período que duró el programa, principalmente en el sector de la transformación y a través de la iniciativa de desarrollo local impulsado por la comunidad, que también ha sido una importante fuente de inversiones para mejorar la calidad de vida en las zonas dependientes de la pesca.
La financiación del FEP fue particularmente importante para mantener el sector de la acuicultura durante la recesión económica, aunque la producción acuícola de la UE aumentó menos que en el resto del mundo durante el período del programa. No obstante, el FEP apoyó la competitividad en los sectores de la acuicultura y la transformación, y su contribución resultó sumamente pertinente, en especial en tiempos de crisis.
Entre 2007 y 2015, la capacidad de la flota pesquera de la UE disminuyó un 17,5 % (en arqueo bruto), y más de la mitad (53 %) de ese porcentaje correspondió a desguaces con el apoyo financiero del FEP. Sin embargo, el estudio considera que las reducciones de la flota pueden no ser duraderas y estructurales.
La evaluación concluye además que la contribución del FEP a la explotación sostenible de la pesca no es clara, dado que la sostenibilidad es en gran medida el resultado de las medidas de ordenación pesquera.
El estudio también revela que el FEP apoyó más de 134.000 operaciones, de las que 92.000 estuvieron dirigidas a los propietarios de buques pesqueros o tripulantes. Otros tipos de beneficiarios fueron las pequeñas y medianas empresas, los acuicultores, las organizaciones de productores, las organizaciones no gubernamentales y las autoridades portuarias, entre otros. Un total de 11.500 operaciones fueron apoyadas por los Grupos de Acción Local de Pesca en beneficio de la comunidad local en áreas dependientes de la pesca.
Muchos de los problemas planteados en la evaluación del FEP ya se han abordado en el FEMP (2014-2020), pero ciertos puntos concretos se tratarán con más detalle en los próximos años.
Algunos de los puntos que la Comisión Europea abordará son los siguientes:
- Seguir fomentando las sinergias entre el Fondo Europeo Marítimo y de Pesca, los demás Fondos Estructurales y de Inversión y LIFE, e informar sobre los progresos realizados;
- Reforzar la vinculación del FEMP con la política pesquera común apoyando el intercambio de buenas prácticas en proyectos que utilicen el FEAMP, para facilitar la aplicación de la obligación de desembarque, así como proyectos relacionados con la recopilación y el control de datos;
- En el marco del Plan de Acción de la UE para la Naturaleza, las Personas y la Economía, facilitar el uso pleno y eficaz de los recursos financieros asignados para la protección de la biodiversidad y los espacios Natura 2000 en el período 2014-2020 en el marco del FEMP y, donde sea posible, promover mayores asignaciones y usos;
- En el marco del Plan de Acción de la UE para la Naturaleza, las Personas y la Economía, facilitar a los Estados miembros la utilización de las oportunidades de financiación existentes para proyectos relacionados con la aplicación de las Directivas Natura y la protección de la biodiversidad en el marco del FEMP, sobre la base de las lecciones aprendidas y las buenas prácticas identificadas, así como las directivas de orientación y la política existentes (2018-2019);
- Seguir identificando y aplicando medidas de simplificación durante el periodo actual de programación;
- Garantizar la calidad y la coherencia de los datos para reforzar la supervisión del FEMP y reflexionar sobre el camino que debería seguirse.