Cuando queda poco más de un año para su supuesta aplicación íntegra, el reglamento de de obligación de desembarque de todas las capturas, una de las normas estrella de la PPC, aún crea confusión e incertidumbre en el sector. Sin embargo, la industria ve claro que la legislación llamada a acabar con los descartes también puede ser una oportunidad para valorizar capturas que hasta ahora no repercutían en la cuenta de resultados.
Quedó claro en la III Jornada sobre la Aplicación de la Obligación de Desembarque, celebrada esta mañana en Vigo. El encuentro, organizado por las OPPC3 (Organización de Productores de Buques Congeladores de Merlúcidos, Cefalópodos y Especies Varias) y OPPC 4 (Organización de Productores de Pesca Fresca del Puerto de Vigo) -ambas asociadas a ARVI-. Un encuentro donde se expusieron los últimos avances en la investigación de la mejora de la selectividad y además se analizaron las posibles salidas comerciales a las capturas no deseadas.
El presidente de la Cooperativa de Armadores de Vigo, Javier Touza, recordó que la norma es “todavía un reto para el sector”. Así, a pesar de que el calendario gradual de aplicación arrancó en 2016, “nos hemos visto obligados a cumplir una normativa para la cual no había uña plan definido para su aplicación”, recordó. El presidente de los armadores vigueses recordó al sector que “no existe plan b”, por eso hizo un llamamiento a la colaboración entre ciencia, sector y administración. “O vamos todos de la mano o no tenemos futuro”, sentenció.
Álvaro Martínez Rivas, de la OPPC3, subrayó los esfuerzos realizados hasta la fecha por parte de la flota. “Hemos hecho grandes esfuerzos en el desarrollo de mecanismos para acometer dicha norma”, apuntó Martínez Rivas, quien considera que existen dos vías principales para abordar la norma. Por un lado, la selectividad de artes entendida como innovación en los aparejos y adaptada a cada pesquería. Por otro lado, el aprovechamiento de las capturas de descarte. Sin embargo, “hay un problema con las que no se pueden o se pueden destinar al consumo humano, y carecemos además de una estructura portuaria para procesarlas”.
José Antonio Suárez-Llanos, director gerente de Arvi, recordó en su intervención el“hecho histórico” que supone la normativa de obligación de desembarque. “Es tan difícil de aplicar y poner en práctica que, hasta el día de hoy, ni la Comisión ni el Consejo ni grupos de alto nivel han conseguido de solucionar, mucho menos en las pesquerías mixtas”. Para Suárez Llanos, “un revolución como es la obligación de desembarque no se hace en cuatro años, ni en diez diría”. Por último, Paloma Rueda, directora del Cetmar de la Xunta de Galicia, expuso de nuevo la postura del Gobierno gallego, con relación a la idea de que mantener la actual estabilidad relativa ante el nuevo reglamento no es viable. “Galicia pide más estudios técnicos, aplicados a cada territorio, y medidas de mayor flexibilidad en su aplicación”.
En la jornada se expusieron los resultados de sendas investigaciones científicas, impulsadas por Arvi e IEO, sobre la aplicación de redes innovadoras que permitirían optimizar la actividad pesquera cumpliendo con el objetivo de incrementar el nivel de selectividad. Además, se dieron a conocer soluciones tecnológicas de información, con el objetivo de que la flota tenga acceso directo a legislación o a información sobre el consumo de cuota.
Fuente: www.industriaspesqueras.com